La prisión de Ocaña I, situada en la localidad de Ocaña, sufrió un apagón eléctrico que duró más de 12 horas el pasado miércoles 23 de agosto. Durante este tiempo, tanto los empleados como los reclusos tuvieron que permanecer en la oscuridad, sin poder llevar a cabo ninguna actividad o acceder a los talleres penitenciarios.
El sindicato Acaip-UGT informó en un comunicado de prensa que, además de la falta de luz, también se vieron afectadas las comunicaciones debido a que los teléfonos dejaron de funcionar. A pesar de contar con un generador, este no operó durante el apagón, lo cual es lamentable según el sindicato, que además señala que el generador ya tiene más de 30 años de antigüedad. El sindicato también advierte que no es la primera vez que ocurren este tipo de apagones en los últimos meses.
Esta situación es motivo de preocupación, ya que en 2015 ya se produjo un apagón eléctrico de gran magnitud y desde entonces el sindicato ha estado demandando a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias la instalación de un nuevo generador. Sin embargo, hasta el momento estas peticiones no han sido tenidas en cuenta. El sindicato advierte que un apagón como este pone en peligro la vida y la integridad física tanto de los trabajadores penitenciarios como de los internos.
Es importante destacar que el miércoles, la localidad de Ocaña estaba en alerta amarilla por una ola de calor, con temperaturas que superaron los 38 grados centígrados. Debido al apagón, no se pudo utilizar el aire acondicionado ni las cámaras frigoríficas.
Ante esta situación, el sindicato ha enviado una carta a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias solicitando una investigación para esclarecer lo sucedido y determinar las responsabilidades correspondientes, incluyendo la posibilidad de presentar una queja a la compañía suministradora si fuera necesario. Además, se solicitará una reunión extraordinaria del Comité de Seguridad y Salud Laboral de Instituciones Penitenciarias en la provincia de Toledo.
A pesar de los momentos de tensión e incertidumbre vividos durante la jornada, el sindicato ha querido destacar la gran profesionalidad de los funcionarios de servicio, quienes de forma eficiente y satisfactoria evitaron incidentes.
Esta situación deja en evidencia la necesidad de que se tomen medidas urgentes para asegurar la seguridad y el bienestar tanto de los trabajadores penitenciarios como de los internos en la prisión de Ocaña I. Un centro penitenciario no puede permitirse estar sin electricidad durante horas, poniendo en riesgo la vida de las personas que residen allí. Es responsabilidad de las autoridades competentes atender adecuadamente estas demandas y tomar las medidas necesarias para prevenir que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.