El Arzobispado de Toledo emitió recientemente una declaración en respuesta a la controversia que surgió en torno a un acto religioso llevado a cabo en la Iglesia de San Andrés de la ciudad. Durante este evento, se colocó el fajín del general Blas Piñar sobre la imagen de la Virgen de la Alegría. Ante las críticas y las interpretaciones políticas realizadas sobre esta acción, el Arzobispado lamentó y rechazó cualquier lectura partidista de una celebración religiosa.
A través de un comunicado oficial, la institución religiosa expresó su posición al respecto. Aclararon que este fue un acto estrictamente religioso en el cual participó un general retirado como miembro de la Hermandad. Además, afirmaron que desconocían la existencia de dicho evento y las supuestas quejas de algunos miembros de la cofradía mencionadas en los medios de comunicación.
El Arzobispado enfatizó que la aceptación de exvotos ofrecidos a las imágenes de la Virgen es una práctica común, llevada a cabo por profesionales de diferentes ámbitos como deportistas, toreros y artistas. En este caso, un militar retirado deseó hacerlo como miembro de la Hermandad, contando con la aprobación de la junta directiva.
Por último, la institución defendió que la Virgen María es la madre de todos los creyentes y solicitó que se evite cualquier actitud que genere polémica y discusiones, ya que la prioridad debe ser la unidad de los hijos en torno a la paz de Jesucristo.
Con esta declaración, el Arzobispado de Toledo buscaba aclarar la situación y poner fin a la controversia generada en torno a este acto religioso. Sin embargo, queda en manos de los creyentes y de la sociedad en general formar su propia opinión sobre este acontecimiento.