El presidente de la región de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha prometido que la política fiscal en su área seguirá siendo una consecuencia de un acuerdo entre empresarios y sindicatos. El propósito es mantener «solo los impuestos necesarios para el mantenimiento de los servicios públicos esenciales». Estas declaraciones las hizo García-Page durante la inauguración de la II Conferencia «Castilla-La Mancha, tierra de oportunidades (Modelos de Negocio para el siglo XXI)», celebrada en el Centro Cultural Rafael Morales en Talavera de la Reina y organizada por Encastillalamancha. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, acompañó al presidente en el evento. García-Page valoró el concepto estructural de pacto en el escenario castellanomanchego, lo que permitió a la comunidad autónoma situarse entre las tres con menor presión fiscal de España. Además, se comprometió a que la fiscalidad autonómica para los «próximos años» sea el resultado de un acuerdo con los agentes sociales. También, el mandatario anunció la convocatoria de un Consejo de Gobierno extraordinario con el objetivo de «dar instrucciones a los servicios jurídicos» de la región para defender un acuerdo al que se había llegado con el Gobierno. Este comunicado es una respuesta a las intenciones manifestadas por el Gobierno valenciano de recurrir el recientemente aprobado Plan Hidrológico del Tajo. Finalmente, en su intervención, el presidente de Castilla-La Mancha anunció la factibilidad del proyecto META para Talavera, lo cual, según él, «cambiara el metabolismo social y económico de Talavera y de su entorno y toda la Comunidad Autónoma».
