El candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su desencanto por los comentarios negativos que recibió durante el debate electoral del pasado lunes. García-Page declaró que sus contrincantes tenían una perspectiva «pobre» y «deprimente» de la región, y que le preocupaba que prefirieran que la región tuviera un mal desempeño en lugar de que él perdiera las elecciones.
El candidato socialista resaltó que Castilla-La Mancha ha experimentado un verdadero auge en los últimos cuatro décadas gracias a la autonomía, logrando mejoras significativas en áreas como la salud, educación, servicios sociales y la llegada de nuevas empresas a la región. Durante el debate, García-Page hizo énfasis en infundir autoestima y fe en la gente, exhortando a los votantes a respaldar al PSOE de manera justa y honesta.
En contraste con sus contrincantes, García-Page destacó que el PSOE es un partido limpio y transparente, evocando la falta de discusión sobre corrupción durante el debate. Además, García-Page enfatizó que él ofrecía soluciones positivas y constructivas, como la construcción de nuevos hospitales y la contratación de más trabajadores, mientras que sus adversarios sólo anunciaban malas noticias.
Respecto a los comentarios de sus contrincantes, García-Page expresó su inseguridad sobre su capacidad para unir y trabajar en beneficio de la región, en lugar de atacarlo a él personalmente. En el acto posterior al debate, la portavoz del PSOE en la provincia de Toledo, Esther Padilla, afirmó que García-Page había sido el claro ganador del debate, mostrando elegancia y madurez durante el evento.