La presidenta de la Diputación de Toledo y alcaldesa de Mocejón, Conchi Cedillo, ha afirmado que la normalidad aún no se ha restablecido en las zonas más impactadas por la DANA que afectó a la región hace un año. Un total de 126 municipios sufrió daños significativos, con especial énfasis en la área de La Sagra. Cedillo destacó que, tras los efectos colaterales del desastre, la Diputación actuó de inmediato, asignando una partida extraordinaria de 10 millones de euros en dos fases: la primera centrada en gastos corrientes para limpieza y reparaciones urgentes, y la segunda enfocada en inversiones, las cuales se están ejecutando de manera progresiva.
A pesar de que algunas localidades ya han completado la segunda fase de las obras, otras, como Mocejón, están avanzando a un ritmo más lento. En este municipio, se han licitado trabajos para reparar varias calles dañadas, y se espera pronto la adjudicación de estos proyectos. La presidenta enfatizó que el proceso para recuperar la normalidad es extenso y requiere tiempo, dado el considerable nivel de daños sufridos.
Además, Cedillo subrayó la relevancia de la ayuda provincial para los alcaldes, ya que los pequeños municipios suelen tener recursos limitados. El objetivo es realizar inversiones a largo plazo que contribuyan a mitigar el impacto de futuras tormentas, como un proyecto en La Sagra Baja destinado a recolectar agua de lluvia con el fin de reducir sus efectos destructivos.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, también reconoció que las secuelas del desastre aún persisten un año después, especialmente en la memoria de los afectados y las empresas, como Unauto, que perdió la mitad de su flota de autobuses. Velázquez hizo un llamado para implementar medidas que minimicen los daños ocasionados por eventos climáticos similares en el futuro, advirtiendo sobre la posibilidad de que se repitan situaciones como la vivida el año pasado.
Recordando la magnitud del fenómeno, Velázquez destacó la preocupación que se vivía en Toledo mientras las lluvias alcanzaban casi 100 litros en tan solo 12 horas, lo que generó imágenes devastadoras en la ciudad, especialmente en el Polígono Industrial, considerado el epicentro del desastre.
El balance de la catástrofe incluyó tres víctimas mortales y alrededor de 290 localidades afectadas, generando más de 2.600 incidentes y 36.000 llamadas al servicio de emergencias 112. Ante esta situación, se movilizaron 520 efectivos en diversas funciones, que incluyeron personal de Infocam y brigadas de carreteras, utilizando una flota de 120 vehículos especializados, como quitanieves y excavadoras. Además, aproximadamente 10.000 hectáreas de tierras agrícolas en Castilla-La Mancha sufrieron daños, siendo la mayoría en la provincia de Toledo.
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