Pintar techos puede ser una tarea desafiante, especialmente cuando se busca evitar manchas en las paredes. Aquí te presentamos algunas recomendaciones para facilitar este proceso y lograr un acabado profesional.
Antes de empezar, es crucial preparar bien el área de trabajo. Cubrir el suelo con lonas o plásticos protegerá de posibles derrames, y emplear cinta de pintor en las esquinas donde el techo se encuentra con las paredes ayudará a mantener una línea limpia y a reducir manchas indeseadas.
En cuanto a herramientas, un rodillo con extensión es ideal, especialmente en techos altos, ya que disminuye la necesidad de escaleras. Optar por un rodillo de pelo corto es recomendable porque permite una aplicación uniforme de la pintura y minimiza goteos.
La técnica de pintado es fundamental para un buen resultado. Se sugiere comenzar desde el rincón más apartado y avanzar hacia la salida, evitando así contacto con zonas ya pintadas. Aplicar la pintura en patrones de «W» o «M» garantiza una cobertura uniforme y reduce los escurrimientos.
La consistencia de la pintura también es importante. Si se usa pintura al agua, diluirla un poco puede mejorar su fluidez y contribuir a un acabado más homogéneo. Además, es clave no sobrecargar el rodillo para prevenir goteos.
Por último, asegurar una buena ventilación durante el secado facilitará que la pintura cure adecuadamente y reducirá el olor en el ambiente. Siguiendo estos consejos, pintar techos sin manchar las paredes es más sencillo, permitiendo disfrutar del trabajo final sin inconvenientes.

