El Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado su compromiso con la lucha contra la despoblación rural al reunirse con la empresa social ‘Proyecto Arraigo’, que se dedica a repoblar áreas rurales afectadas por este fenómeno. El vicepresidente primero del Ejecutivo autonómico, José Luis Martínez Guijarro, ha mantenido un encuentro con Enrique Martínez Pomar y Enrique Collada, director general y presidente de ‘Proyecto Arraigo’ y ‘Rumbo Rural’ respectivamente, para discutir su programa ‘Servicios Poblacionales’. Este programa se encarga de la selección y apoyo de aquellas personas interesadas en establecer su vida en el medio rural.
Desde el Gobierno autonómico se ha destacado la problemática de la accesibilidad a la vivienda en los pueblos pequeños, ya que la oferta de inmuebles suele ser limitada y, en muchas ocasiones, las viviendas disponibles requieren rehabilitación. En este contexto, ‘Proyecto Arraigo’ ha demostrado resultados positivos, habiendo contribuido a que 21 familias, sumando más de 60 personas, se hayan establecido en las provincias de Cuenca y Albacete durante el año 2023. El objetivo del Gobierno es fomentar la llegada de más familias a las zonas rurales de Castilla-La Mancha.
Además, Martínez Guijarro ha mostrado interés en la iniciativa de ‘casas nido’ que ‘Proyecto Arraigo’ ha implementado, proporcionando viviendas temporales a nuevos residentes para facilitar su integración en los municipios rurales. Esta estrategia permite a los recién llegados tener un primer alojamiento mientras buscan una residencia permanente en el mismo municipio.
En un esfuerzo adicional por revitalizar estos municipios, el vicepresidente ha recordado el proyecto piloto llevado a cabo durante el año para rehabilitar edificios municipales y ofrecerlos en alquiler. Con una inversión de un millón de euros del Plan de Recuperación, siete municipios en las distintas provincias de Castilla-La Mancha han sido beneficiados, rehabilitando un total de once viviendas. Los municipios participantes incluyen: Alcalá del Júcar, en Albacete; Ballesteros de Calatrava, en Ciudad Real; Cardenete y Almodóvar del Pinar, en Cuenca; El Recuenco y Peñalén, en Guadalajara; y Los Navalmorales, en Toledo.
Estas medidas demuestran el esfuerzo coordinado por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha y entidades como ‘Proyecto Arraigo’ para revitalizar las áreas rurales y ofrecer soluciones habitacionales que atrajeron a decenas de personas a la región con la esperanza de un mejor futuro en el campo.