En Castilla-La Mancha, las protestas feministas con motivo del Día Internacional de la Mujer han recuperado su fuerza tras haber sido afectadas por las restricciones sanitarias en años anteriores. Miles de personas han salido a las calles en las principales ciudades de la región para luchar por los derechos de las mujeres. Entre las reivindicaciones destacan la igualdad de género, la erradicación de la violencia machista, el apoyo a las mujeres en zonas de conflicto y la promoción de la igualdad en el mercado laboral.
A pesar de las diferencias en el discurso de los principales partidos, las marchas han eclipsado la controversia política y han sido organizadas en distintos formatos como concentraciones y manifestaciones. En Toledo, se han llevado a cabo dos manifestaciones paralelas después de que la falta de acuerdo entre la alcaldesa Milagros Tolón y la Plataforma 8M de Toledo impidiera llegar a un consenso el año pasado.
La manifestación convocada por la Plataforma 8M ha reunido a cientos de personas bajo el lema «Todas las mujeres, todos los derechos, todos los días», en apoyo a la huelga de limpiadoras que luchan por sus derechos frente a las subcontratas públicas. Por su parte, la segunda manifestación liderada por la alcaldesa Milagros Tolón ha contado con la presencia de líderes sindicales de la región.
En Albacete, más de 2.000 personas han participado en una marcha que ha exigido el fin de la prostitución y ha denunciado la precariedad laboral y la discriminación. En Ciudad Real, la Asamblea Mujeres Feministas ha organizado una concentración en la Plaza Mayor donde se ha llevado a cabo una quema simbólica de malos deseos. En Cuenca, medio centenar de personas han formado una manifestación en memoria de Marina y Laura, dos jóvenes asesinadas en 2015, y en favor del consentimiento como centro del abuso. Por último, en Guadalajara, más de 1.000 personas han salido a la calle en una gran marcha que ha finalizado en el Palacio del Infantado.
En resumen, el movimiento feminista en Castilla-La Mancha ha vuelto a mostrar su fuerza en las calles, dejando de lado la controversia política y reivindicando los derechos de las mujeres en todos los aspectos de la sociedad.