En respuesta a la creciente preocupación por el cambio climático y la huella de carbono, la industria de la construcción está experimentando una notable transformación hacia prácticas más sostenibles y ecológicas. En este contexto, la entidad COPADE se ha posicionado como un actor protagonista, particularmente a través de su marca de productos maderables, WoodLife Company.
En colaboración con el estudio de arquitectura sAtt y la promotora Distrito Natural de Madrid, COPADE ha impulsado el innovador proyecto de viviendas ecológicas y colaborativas conocido como Pirita. Este proyecto no solo busca minimizar el impacto ambiental de las construcciones, sino también fomentar modos de vida sostenibles. Una de las características más destacadas del proyecto Pirita es el uso de madera certificada, procedente de bosques gestionados de manera sostenible y bajo condiciones de comercio justo. Este material, más allá de mejorar la eficiencia energética de las viviendas, actúa como un sumidero de carbono, disminuyendo las emisiones de CO₂.
El uso de madera en la construcción se enmarca dentro de una tendencia en crecimiento en el mercado global de materiales de construcción sostenible. Según estimaciones de Global Market Insights, este mercado, evaluado en 276.200 millones de dólares en 2023, proyecta un crecimiento anual del 11,8% hasta el 2032. Las ventajas de la madera son amplias: es un material renovable, versátil, y capaz de almacenar hasta una tonelada de CO₂ por metro cúbico.
Particularmente, el empleo de madera de alta calidad, como la variedad Pucté en exteriores, no solo optimiza la resistencia frente a las condiciones climáticas adversas, sino que reafirma el compromiso con la descarbonización del sector. Iñaki Alonso, CEO de sAtt y Distrito Natural, resalta que este enfoque no solo garantiza la resistencia de los acabados, sino que también promueve la responsabilidad económica y social en la gestión forestal.
La madera, como material de construcción, ofrece numerosos beneficios fundamentales: permite un proceso constructivo más rápido y limpio, reduce el impacto medioambiental por su naturaleza renovable, y favorece un ambiente agradable y eficiente desde el punto de vista energético, al funcionar como aislante térmico. Todas estas virtudes posicionan a la madera como una elección viable para las edificaciones modernas, sintonizando con un futuro responsable y sostenible.
En resumen, proyectos como Pirita no solo demuestran cómo la arquitectura puede adaptarse a los desafíos ambientales contemporáneos, sino que también proporcionan un camino hacia un estilo de vida más sostenible y consciente con el entorno. Optar por madera en la construcción es una estrategia práctica y económica, alineada con un compromiso sólido hacia el futuro del planeta.