En un entorno donde el caos cotidiano parece dominar, alcanzar un hogar ordenado es una meta ambiciosa lograda por pocos. Sin embargo, para María López, una madrileña de 37 años, la organización se ha convertido en una realidad tangible y en una fuente de bienestar. Todo comenzó hace seis meses, cuando decidió transformar su hogar en un espacio de paz, lejos del bullicio diario.
Al igual que muchas personas hoy en día, María se sentía abrumada por la cantidad de objetos innecesarios acumulados en su hogar. «Siempre sentí que el desorden afectaba mi ánimo y productividad», comenta. Fue entonces cuando emprendió un viaje hacia un estilo de vida más organizado, inspirado por el método de Marie Kondo, que aboga por deshacerse de todo aquello que no «despierte felicidad».
Este proceso no fue sencillo. El primer paso implicó clasificar y desprenderse de considerable cantidad de ropa, libros y otros artículos acumulados a lo largo de los años. Varios fines de semana fueron dedicados a esta tarea, cada uno enfocado en una categoría distinta. No obstante, una vez que los resultados empezaron a ser visibles, la motivación de María solo aumentó.
Aparte de reducir sus pertenencias, María adoptó estrategias para mantener el orden de manera sostenible. «Invertí en sistemas de almacenamiento inteligentes y establecí pequeñas rutinas diarias de limpieza y organización», explica. Ahora, cada objeto tiene su lugar, y el orden visual se traduce en calma interior.
Esta transformación ha impactado positivamente en otros aspectos de su vida. «Duermo mejor, me siento menos estresada, y ahora tengo más tiempo para actividades que me gustan, como leer o practicar yoga», comparte con una sonrisa.
Su experiencia ha motivado a amigos y familiares, quienes han empezado a implementar prácticas de organización en sus propios hogares. Para María, lo esencial es empezar con un objetivo claro y ser constante. «No se trata de alcanzar la perfección, sino de crear un espacio que te haga sentir bien», concluye.
La inclinación hacia hogares más organizados y minimalistas está en auge, especialmente en un tiempo en el que muchos pasan más tiempo en casa. La historia de María ilustra cómo, con esfuerzo y dedicación, es posible transformar un hogar en un refugio de paz y claridad mental.
