La proyección del comercio exterior en Castilla-La Mancha apunta a un crecimiento en la actividad exportadora del 3,4 por ciento para 2024, donde se espera alcanzar los 10.160 millones de euros, según la Dirección Territorial de Comercio-ICEX mediante el estudio de ‘La Economía Internacional de Castilla-La Mancha 2023-2024 (XXVII edición)’.
A nivel nacional, se prevé que las exportaciones de España sufrirán una disminución del 5,2%, alcanzando los 363.700 millones de euros, según informa el ICEX en un comunicado.
En cuanto a las importaciones, se espera que Castilla-La Mancha alcance los 17.200 millones de euros en 2024, representando un incremento del 9,9%. Esto generaría un déficit comercial para la región de aproximadamente 7.100 millones de euros, un 21,9% más que el año anterior. A nivel estatal, se estima que las importaciones lleguen a los 395.000 millones de euros, disminuyendo un 6,9%, principalmente debido a la baja de los precios de los productos energéticos.
Desde el IPEX, se señala un panorama de "máxima incertidumbre y desequilibrio" en los mercados internacionales, con cierta relajación en el incremento de los precios de los bienes comerciables.
En cuanto a las exportaciones por provincia en Castilla-La Mancha, Toledo lidera con 2.925 millones de euros, seguido de Guadalajara y Ciudad Real. Albacete y Cuenca también contribuyen significativamente a este total.
Los sectores más dinámicos en cuanto a la facturación internacional en el primer trimestre de 2024 han sido las ‘Bebidas de todo tipo, excepto zumos’, ‘Aparatos y material eléctricos’, y ‘Máquinas y aparatos mecánicos’. Destaca el crecimiento excepcional de las exportaciones de aceite, que ha aumentado un 123,2%.
A nivel global, Portugal, Francia e Italia son los principales destinos de las exportaciones castellanomanchegas, con Italia experimentando un crecimiento significativo. Las exportaciones hacia Reino Unido han disminuido, a diferencia de Estados Unidos y Polonia que han mostrado un crecimiento interesante. En cuanto a América Latina, Asia, Oriente Medio y África, se han percibido caídas, con México, China y Sudáfrica mostrando una ralentización más marcada.
Estos movimientos reflejan una estrategia concentrada de ‘friendshoring’ y ‘nearshoring’ que responde al clima de incertidumbre y la tendencia a fortalecer el comercio con países cercanos geográfica o políticamente.
Fuente: Diario de Castilla-la Mancha
