Un experto en arrendamientos ha lanzado una advertencia sobre un error común que muchos propietarios cometen al redactar contratos de alquiler. La ausencia de una cláusula que delimite claramente la duración del arrendamiento podría permitir que los inquilinos abandonen la propiedad sin penalización, dejando al casero en una posición vulnerable.
Este abogado subraya la necesidad de especificar tanto la duración del contrato como las condiciones para su finalización. Si el documento no establece un periodo definido, el inquilino podría desocupar la vivienda sin aviso alguno, poniendo en riesgo los ingresos del propietario y complicando cualquier intento de reclamar una indemnización.
En el rush por alquilar rápidamente, algunos propietarios descuidan estos aspectos legales críticos, lo que puede resultar en futuros problemas. Por ello, es vital que se redacten contratos que no solo protejan los intereses de los dueños, sino que también prevengan malentendidos con los inquilinos.
Además de la cláusula de duración, se recomienda incluir otras disposiciones. Estas pueden abarcar la necesidad de notificar con antelación la intención de desalojo y las repercusiones por incumplimiento, asegurando así una relación justa y equilibrada entre ambas partes.
Se aconseja a los propietarios revisar sus contratos actuales y buscar asesoramiento legal para asegurar que sus derechos estén resguardados. Ignorar estos detalles puede generar pérdidas económicas significativas y problemas legales que se podrían evitar con una correcta formulación del contrato.

