En Castilla-La Mancha, las enfermeras se han manifestado en protesta por la discriminación laboral que consideran injusta, coincidiendo con el Día Internacional de las Mujeres. La convocatoria del sindicato de Enfermería, Satse, ha llevado a las profesionales a expresar su descontento y exigir una rectificación en su clasificación profesional.
Las manifestaciones tuvieron lugar en diferentes hospitales de la comunidad autónoma, como el Hospital General de Albacete, el Hospital General de Ciudad Real, el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, el Hospital Universitario de Guadalajara y el Hospital Universitario de Toledo. En este último, las enfermeras se reunieron con una pancarta que rezaba «Estamos hartas. ¡Hartas!» y corearon consignas como «Grupo A ya» y «Basta de discriminación».
Gema Torrejón, secretaria provincial de Satse, señaló que la unificación de los estudios universitarios a través del Espacio Europeo de Educación Superior y el Plan Bolonia no ha sido reflejada en la clasificación de las enfermeras, que siguen siendo consideradas en el grupo A2. Esta situación les impide acceder a posiciones de liderazgo y a una remuneración justa, afectando su reconocimiento y valoración en el sistema sanitario.
Además, Torrejón destacó que el estereotipo de la enfermería como una profesión femenina ha contribuido a la falta de reconocimiento de su labor en términos de prevención y promoción de la salud. La manifestación también incluyó la lectura de un manifiesto en el que se exigió una valoración adecuada de su trabajo y se rechazó la discriminación laboral en el sector de la enfermería.
Las enfermeras han expresado su determinación de no tolerar más esta situación y demandan un cambio estructural que reconozca su contribución vital a la sanidad. Criticaron la inacción de los gobiernos en resolver esta problemática, agravada por la falta de reconocimiento histórico y la infravaloración de la profesión de enfermería. Es necesario valorar no solo su mayoría femenina, sino también su dedicación y compromiso con los cuidados de manera incondicional.
En resumen, las enfermeras de Castilla-La Mancha han alzado su voz para exigir una rectificación en su clasificación profesional y poner fin a la discriminación laboral que sufren. La lucha por la justicia y el reconocimiento de su labor continúa como parte esencial del sistema sanitario.
