Toledo, 9 de abril de 2025.-
El Gobierno de García-Page ha expresado su “gran satisfacción” tras la admisión del recurso presentado por el Ejecutivo regional ante el Tribunal Constitucional, que impugna el reparto de la recaudación del impuesto a la banca. Así lo manifestó la portavoz del gobierno, Esther Padilla, durante una rueda de prensa, donde destacó que este hito representa “un avance significativo hacia el reconocimiento de nuestra postura” en un asunto que, como subrayó, “es justo y se alinea con el principio de igualdad consagrado en la Constitución Española”.
La consejera también puso de relieve el respaldo que el Ejecutivo de Castilla-La Mancha recibe de un informe “muy sólido” del Consejo Consultivo, que pone en duda tanto la forma como el contenido del reparto establecido en la citada ley. Al respecto, Padilla insistió en que cuando se establece un impuesto que implica un reparto entre comunidades autónomas, “el mismo debe basarse en las necesidades y capacidades de cada una”.
Sin embargo, la portavoz criticó que se haya acordado otorgar más recursos a quienes ya tienen más, lo cual contradice el principio de igualdad que su gobierno promueve en todo momento. Por ello, celebró que el Tribunal Constitucional haya priorizado “el sentido común y lo que establece nuestra Constitución”.
Unidad frente a la guerra arancelaria
En otro tema, la portavoz compartió información sobre los sectores afectados por los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Así, informó que de los 348 millones de euros que las exportaciones de empresas de Castilla-La Mancha a Estados Unidos afectaron en 2024, 130 millones corresponden al sector agroalimentario. Este sector se ve especialmente perjudicado, siendo el lácteo el más afectado, con el queso manchego representando un “peso significativo”; en total, estos aranceles impactan en unos 77,4 millones de euros.
Respecto a la maquinaria y sector industrial, mencionó que las pérdidas superarían los 51 millones de euros, mientras que el sector del calzado tendría un impacto de 30 millones. Además, las grasas y aceites enfrentarían pérdidas de 25 millones de euros, y las bebidas de Castilla-La Mancha sufrirían un perjuicio de 23 millones de euros, de los cuales 19 millones corresponden al vino, según explicó Padilla.
Padilla enfatizó que la guerra arancelaria “no afecta a quienes la imponen”, ni a “los que apoyan a Trump”, sino que sus consecuencias recaen sobre los ciudadanos y ciudadanas, así como en las empresas y productores, “quienes verán aumentar los precios”.
Ante esta situación, Padilla reiteró que el Ejecutivo de García-Page continuará luchando por “un modelo basado en la unidad para lograr lo mejor para nuestra región”. Recordó que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha estado activo en Europa defendiendo “nuestros intereses” y levantando la voz contra modelos impuestos desde fuera, como el de Trump, que “nos perjudica indudablemente”.
Finalmente, expresó su desconcierto ante el hecho de que en la región la ultraderecha “aplauda” estas medidas, mientras que otros “prefieren mirar hacia otro lado”.
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