El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha transmitido un mensaje reflexivo reconociendo que el año 2024 ha sido «difícil y complejo para la humanidad». A pesar de los retos, ha animado a la sociedad a mantener la esperanza en medio del sufrimiento, una esperanza que, según destaca, «se llama Jesús».
En su mensaje navideño, difundido por Europa Press, el arzobispo expresó su deseo de que esta temporada esté colmada de «las bendiciones del Niño Dios» y de un nuevo año lleno de esperanza. Cerro Chaves subrayó la relevancia de la paz, recordando que «con la paz no se pierde nada», mientras que «con la guerra se pierde todo». Este exhorto se ve reforzado por su reflexión acerca de los numerosos lugares del mundo inmersos en «guerras, tensiones y conflictos».
Asimismo, el arzobispo se hizo eco de las dificultades que atraviesan muchas familias, mencionando especialmente el sufrimiento causado por la migración, el desempleo y el desánimo. Resaltó el devastador impacto de la DANA en Valencia y otras áreas de Castilla-La Mancha, donde las inundaciones han dejado «estragos de dolor, sufrimiento y muerte». En este contexto, expresó su solidaridad con aquellos que aún enfrentan las secuelas de estas tragedias, deseando que encuentren fortaleza en medio del dolor y una guía al vivir «caminando juntos con Cristo como peregrinos de esperanza».
Adicionalmente, el arzobispo recordó el próximo Año Jubilar de 2025 y el Sínodo Diocesano que se llevará a cabo el domingo 29 de diciembre, haciendo un llamado a «abrir las puertas de la esperanza» en esta Navidad y el nuevo año. Finalizó su mensaje deseando a todos una feliz Navidad y un año nuevo donde «el amor de Dios reine en nuestras vidas», pidiendo que el misterio de la Navidad ilumine el camino hacia un futuro de esperanza compartida.
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