En una sorprendente confluencia entre arte y jardinería, un grupo de creativos ha dado vida a una tendencia que reutiliza cuadros de Ikea para enmarcar plantas, transformándolas en auténticas obras de arte vivas. Este movimiento está conquistando corazones entre quienes disfrutan de la decoración y la botánica.
La iniciativa nació del deseo de reimaginar cómo las plantas pueden ser exhibidas en el hogar. Lejos de las macetas tradicionales o los improvisados envases reciclados, se utilizan marcos de cuadros en desuso para montar jardines verticales, sumando así estética y sostenibilidad al entorno doméstico.
Redes sociales han sido testigos de la proliferación de estas innovadoras creaciones, en las que se combinan diversas plantas con marcos de estilos y colores variados. La mezcla no solo destaca la belleza de las plantas, sino que aporta un toque artístico único a cada hogar. Diseñadores de interiores aplauden la tendencia, señalando su potencial para transformar la jardinería en una experiencia visualmente impactante.
Este enfoque, además, maximiza el uso de espacios reducidos, permitiendo la instalación de jardines en paredes anteriormente desaprovechadas. La diversidad en formas y texturas introduce una nueva manera de integrar la naturaleza en la vida diaria.
El proceso creativo es simple: se retira el cristal del cuadro y se insertan las plantas, formando un cuadro vivo personalizable. Desde suculentas hasta helechos, la variedad utilizada es amplia, permitiendo que cada obra refleje la personalidad de su creador.
Esta tendencia promueve no solo la reutilización de materiales y la sostenibilidad, sino que potencia la creatividad y el arte en el hogar. Cada cuadro se convierte en un foco de atención que no solo embellece, sino que infunde vida a los espacios cotidianos. Esta innovadora forma de interpretar las plantas está revolucionando el mundo de la decoración y el compromiso ambiental.
