La Policía Nacional ha realizado una operación significativa que ha llevado a la desarticulación de un grupo criminal internacional, el cual operaba entre las provincias de Madrid y Toledo, y se especializaba en el tráfico de migrantes provenientes de Siria y Argelia. Este grupo ha sido identificado como responsable de la entrada clandestina en España de al menos 70 migrantes mediante embarcaciones organizadas desde el norte de África.
El cabecilla de esta organización fue detenido en Toledo, enfrentándose a acusaciones de facilitar la llegada de migrantes argelinos y sirios a través de rutas que comenzaban en Beirut, Líbano. Según el comunicado de la Policía Nacional, el modus operandi de la banda se basaba en establecer un negocio ilegal, cobrando hasta 10.000 euros por cada migrante. A cambio de este pago, prometían no solo el traslado a España, sino también garantizar su estancia en el país y el posterior transporte a otros destinos en Europa. Además, la red recurría a la violencia contra aquellos migrantes que no lograban cumplir con los plazos de pago establecidos.
La investigación que condujo a la desarticulación de esta red se inició tras una operación anterior que permitió a la policía obtener indicios sobre la existencia de una red operativa entre Madrid y Toledo, que coordinaba su actividad con una célula principal en Argelia. Esta red era responsable de trasladar migrantes africanos en embarcaciones rápidas desde las costas de Argelia hacia Almería y Murcia.
Las travesías se realizaban principalmente de noche para eludir la detección y utilizaban embarcaciones que carecían de las medidas de seguridad más básicas, como agua o comida, poniendo en grave peligro la vida de los migrantes. Las rutas iniciaban en el aeropuerto de Beirut, donde los migrantes se trasladaban luego a Egipto para continuar su ruta a través de Libia y Túnez, antes de llegar a Orán, Argelia.
Una vez en España, los migrantes eran trasladados por carretera a viviendas de seguridad y hostales en Madrid y Toledo, donde permanecían ocultos en condiciones precarias hasta ser enviados a otros lugares en España o Europa, principalmente a Alemania. Para eludir el control policial, los miembros de la red empleaban diversas identidades falsas, incluyendo el líder, quien llegó a utilizar hasta siete identidades diferentes.
La operación culminó con la detención de tres miembros de la organización criminal, incluido su líder, quien ha sido ingresado en prisión provisional. A estos individuos se les imputan varios delitos, entre los que se encuentran pertenencia a grupo criminal, favorecimiento de la inmigración ilegal, falsedad documental y delitos contra la seguridad vial.
Durante la operación se llevó a cabo un registro domiciliario y la inspección de un establecimiento, donde se encontraron un arma de asalto simulada, un machete de grandes dimensiones, nueve teléfonos móviles, tres relojes de lujo, una cadena de oro, documentos de identidad falsos y otros objetos relacionados con la investigación.
La noticia sobre la detención del líder del grupo criminal, que facilitó la entrada ilegal de 70 migrantes en España, fue publicada por primera vez en Diario de Castilla-la Mancha.
