La lavadora es, sin duda, un aliado indispensable en el hogar, pero suele acumular suciedad y residuos que pueden mermar su efectividad. Con el tiempo, el interior del tambor puede convertirse en un caldo de cultivo para el moho y los malos olores, e incluso ser el lugar donde esos misteriosos calcetines desaparecen. Mantenerla limpia no solo optimiza su funcionamiento, sino que también ayuda a recuperar accesorios extraviados.
El primer paso en la limpieza de una lavadora es desenchufarla. Luego, extrae el cajón del detergente y límpialo con agua caliente y un cepillo de cerdas suaves, lo que elimina el exceso de detergente o suavizante que puede obstruir el dispensador.
El filtro de la lavadora, ubicado usualmente en la parte inferior, debe limpiarse a continuación. Coloca una toalla o recipiente bajo él para recoger cualquier agua residual. Desenrosca el filtro y lávalo bien, eliminando pelusa o suciedad.
Una limpieza profunda del tambor es esencial. Ejecuta un ciclo de lavado a alta temperatura añadiendo un par de tazas de vinagre blanco al tambor vacío. Este agente no solo desinfecta, sino que también combate los olores y remueve residuos.
Los calcetines perdidos a menudo se esconden en las juntas de goma entre el tambor y la puerta. Revisar y limpiar esta área puede revelar prendas desaparecidas.
Para evitar problemas en el futuro, es conveniente realizar una limpieza de mantenimiento cada pocos meses. Estos cuidados no solo mantendrán la lavadora en óptimas condiciones, sino que ayudarán en la búsqueda de prendas aparentemente perdidas. Con estos pasos, tu lavadora estará siempre impecable y además te asistirá eficazmente en la recuperación de esos escurridizos calcetines.
