En el esfuerzo por mantener jardines libres de plagas indeseadas, muchos aficionados a la jardinería están recurriendo a métodos caseros, y uno que ha tomado relevancia es el uso de café y menta. Este enfoque destaca por su efectividad y costo reducido, ganando adeptos en los últimos meses.
La combinación de residuos de café con hojas de menta crea un potente repelente natural. La cafeína, un componente presente en el café, es conocida por sus propiedades para alejar insectos. Cuando se mezcla con el fuerte aroma de la menta, se obtiene una solución protectora eficaz para las plantas.
Para implementarlo, se recomienda recolectar los restos de café utilizados en cafeteras o prensas francesas y secar bien las hojas de menta. Luego, se mezclan ambos ingredientes en partes iguales y se dispersan alrededor de las plantas que se desea proteger.
Expertos en jardinería destacan que esta táctica no solo ahuyenta plagas, sino que también enriquece el suelo con nutrientes, favoreciendo un cultivo más saludable. Esta opción ecológica es especialmente atractiva para quienes buscan alternativas sostenibles a los pesticidas convencionales.
Las experiencias han sido compartidas en redes sociales, donde numerosos jardineros reportan una notable reducción de plagas y un vigoroso crecimiento en sus jardines tras aplicar esta mezcla. Sin embargo, se advierte que, aunque efectiva, no elimina por completo las plagas, y se recomienda combinar esta práctica con otras técnicas de mantenimiento como la rotación de cultivos y una observación constante de las plantas.
Con un poco de creatividad y recursos naturales, es plenamente posible disfrutar de un jardín sano y casi libre de intrusos.

