En un escenario donde la inflación sigue impactando los presupuestos familiares, ciertos productos y servicios se destacan por su coste asequible. Un estudio de mercado reciente indica que, a pesar del alza generalizada de precios, hay alternativas de consumo que permanecen como las más económicas.
El informe señala que marcas de productos de limpieza y alimentos básicos han adoptado estrategias de precios competitivos, lo que permite a los consumidores ahorrar en su vida cotidiana. Detergentes de marcas menos conocidas, pero de calidad satisfactorias, han incrementado su demanda, motivando a supermercados a ofrecer más de estas opciones en sus estantes.
Por otro lado, los productos de temporada, como frutas y verduras, se destacan como los más accesibles en las tiendas. La venta directa por parte de comunidades agrícolas también ha aumentado, facilitando el acceso a productos frescos a precios razonables.
Las encuestas muestran que los consumidores están dispuestos a redirigir su gasto hacia opciones más económicas, priorizando calidad sin comprometer el presupuesto. Esta tendencia no solo impacta las compras diarias, sino que también está cambiando los hábitos de consumo, con un aumento notable en la búsqueda de ofertas y promociones.
Expertos sugieren que esta tendencia podría mantenerse, impulsando a las marcas a competir en precios y a los consumidores a estar informados sobre las mejores ofertas del mercado. A medida que el enfoque cambia hacia la economía, se espera que más empresas adapten sus estrategias para satisfacer la demanda de un público más consciente de sus gastos.
