Durante el balance del primer año de gobierno conjunto con el Partido Popular en el ayuntamiento de Toledo, la vicealcaldesa Inés Cañizares de Vox, ha expresado que su partido no se opondrá a la realización de festividades, haciendo referencia a las preguntas sobre el Día Internacional del Orgullo. Sin embargo, enfatizó que las únicas banderas que deben ondear en el ayuntamiento son las representaciones oficiales.
Manteniendo la postura política del año anterior, Cañizares reiteró la importancia de que las banderas oficiales sean las que representen a la población de la ciudad, añadiendo que no están en contra de celebrar ningún evento en particular, siempre y cuando se respeten las normativas legales y constitucionales respecto a los símbolos que deben ser izados en el Ayuntamiento.
En línea con esta postura, el alcalde Carlos Velázquez recordó la existencia de un acuerdo de la Junta de Portavoces que establece que si algún miembro se opone a mostrar la bandera arcoíris durante el Día del Orgullo, esta no se colocará. Velázquez también destacó que las actividades relacionadas con esta fecha se llevarían a cabo como es habitual, señalando que fueron aumentadas el año anterior.
El tema de la bandera y su relación con el apoyo al colectivo LGTBI surgió debido a la decisión tomada en la gestión anterior de no desplegar la bandera arcoíris en el edificio municipal, lo que refleja un cambio en la dirección de las políticas de inclusión y representación por parte de la nueva administración conformada por el PP y Vox en el Consistorio de Toledo.
