Durante el juicio por el asesinato de X.G.C., quien fue apuñalado a la salida de un local de ocio del barrio del Polígono de Toledo, un testigo fundamental, J.M.G.V., ha proporcionado un conmovedor relato sobre los instantes que antecedieron y sucedieron al ataque. El incidente se produjo tras una noche de diversión en varios bares, donde la víctima se encontró con el acusado, F.J.I.G. Según J.M.G.V., el imputado, conocido como ‘El pescadero’, mostró una brutalidad extrema hacia su amigo, empleando un arma de gran tamaño y describiendo la agresión como un ataque caracterizado por una «velocidad y ensañamiento inusuales».
En su testimonio, J.M.G.V. narró cómo llevó a X.G.C. al centro de salud, mientras la víctima repetía angustiado: “Que me muero”. Al llegar, aunque X.G.C. aún mostraba signos vitales, estaba al borde de la muerte debido a la pérdida de sangre. J.M.G.V. explicó que antes del ataque, él y su amigo habían tenido un roce con F.J.I.G., pero tras intercambiar disculpas y compartir un porro, la situación se tornó violenta cuando el acusado empezó a golpear a X.G.C.
El testigo recordó que, al escuchar a su amigo preguntar si había algún problema, F.J.I.G. reaccionó con aparente tranquilidad, sonriendo y con las manos en los bolsillos. No obstante, en cuestión de segundos, desató un ataque con un objeto punzante. J.M.G.V. intentó interceder, dando una patada al agresor para que soltara a su amigo, antes de correr hacia urgencias con X.G.C., quien comenzaba a perder sangre de manera alarmante.
Los relatos de J.M.G.V. fueron respaldados por otros testigos, incluida una expareja del acusado, que lo describió como una persona violenta. La mujer expresó su temor sobre el potencial de F.J.I.G. para cometer actos de violencia, advirtiendo que cualquier discusión podía desencadenar su agresividad. Además, se encontró una nota dejada por el acusado el mismo día del suceso en la que parecía autoinculparse, insinuando su intención de entregarse tras el incidente.
Los testimonios presentados ante el tribunal incluyeron a varios agentes de la Policía Nacional que respondieron a la alerta del centro de salud y encontraron a J.M.G.V. visiblemente agitado y manchado de sangre. A pesar de que los investigadores no han podido recuperar el arma utilizada en el ataque, las grabaciones de las cámaras de seguridad muestran al acusado portando un objeto de gran tamaño.
El juicio, que ha expuesto la complejidad emocional de los acontecimientos y su profundo impacto en la comunidad, se reanudará este miércoles con la declaración de peritos que profundizarán en los detalles del caso.
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