Con la llegada de octubre, se inicia un periodo crucial para los amantes de la jardinería. Este mes, caracterizado por el descenso de las temperaturas bajo los 15 ºC, demanda un cambio de ubicación para ciertas plantas en hogares y jardines. Este traslado es esencial para asegurar su bienestar durante los meses fríos.
Las plantas, al igual que los humanos, tienen necesidades específicas de temperatura y luz, y el frío puede afectar su crecimiento. No todas reaccionan de igual modo a los cambios estacionales, por lo que es vital identificar aquellas especies más sensibles. Estas, en particular, deben ser trasladadas a lugares resguardados como invernaderos o interiores.
Sin embargo, el proceso no debe hacerse de manera brusca. Los expertos recomiendan realizar el traslado gradualmente para evitar el estrés en las plantas. Un cambio repentino puede perjudicar su desarrollo, por lo que es mejor moverlas durante horas con temperaturas más templadas, evitando así el choque térmico.
Otro factor crucial es la luz solar. Dependiendo de su especie, algunas plantas necesitarán más luz durante el otoño, mientras que otras se adaptarán mejor con algo de sombra. Observar cada planta permite crear un ambiente óptimo para ellas.
A medida que el clima se enfría, preparar a las plantas para el invierno se vuelve indispensable para garantizar su supervivencia. No se trata solo de moverlas, sino de proporcionarles cuidados adecuados, como sustratos nutritivos y, en ocasiones, protección extra con mantas térmicas.
El cambio de ubicación en octubre es más que un reto estético; es un paso vital para que las plantas sigan floreciendo durante el frío. Con cuidado y paciencia, es posible mantener un jardín vibrante y saludable, incluso cuando las temperaturas bajan.
