Con la llegada de la primavera, es común que las serpientes comiencen a aparecer en jardines y alrededores. Aunque son parte del ecosistema, su cercanía puede incomodar a algunas personas. Aquí ofrecemos siete métodos naturales para mantenerlas a raya.
Lo primero es mantener el jardín limpio y ordenado. Las serpientes suelen buscar refugio en lugares desordenados, como montones de hojas o hierbas largas. Mantener el césped corto y despejar restos de vegetación minimizará sus escondites.
Sellar posibles entradas en los cimientos de la casa también es crucial. Las serpientes pueden deslizarse por pequeñas grietas, por lo que es importante reparar cualquier abertura en paredes y suelos para evitar su acceso.
El uso de repelentes naturales es otra táctica efectiva. Plantas como la ruda, la menta y el romero tienen propiedades que repelen a las serpientes. Cultivarlas en el jardín o cerca de la entrada puede funcionar como una barrera natural.
Asimismo, crear barreras físicas es una opción práctica. Cercas de alambre de malla, instaladas a una altura y profundidad adecuada, pueden impedir el paso de las serpientes. Asegurarse de que la malla esté bien ajustada evitará huecos por los que puedan entrar.
Colocar piedras grandes o grava alrededor de la casa también es útil. Estas superficies dificultan el movimiento de las serpientes y añaden un elemento decorativo al entorno.
Es fundamental evitar el almacenamiento de madera al aire libre. Las pilas de madera son atractivas para las serpientes. Guardarla en un espacio cerrado o elevarla del suelo disminuirá el riesgo de atraerlas.
Finalmente, es importante mantener la calma y respetar a la fauna. Si se encuentra una serpiente en el jardín, lo mejor es dejarla tranquila, ya que generalmente no son agresivas y preferirán alejarse si no se sienten amenazadas.
Con estas sencillas estrategias, no solo se logra mantener a las serpientes alejadas, sino que también se fomenta un ambiente más seguro y saludable para todos los integrantes del hogar.
