El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, Antonio Yáñez, ha alertado de la situación crítica en la que se encuentra el organismo de cuenca. Esta situación se debe a la drástica reducción de personal, que ha pasado de 1.000 trabajadores a 415. Esta escasez de recursos profesionales, en un territorio de 56.000 kilómetros cuadrados, dificulta la tarea de preservar el buen estado de las masas de agua. Esto se contempla en el tercer ciclo de planificación (2023-2027) y la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (2023-2030).
Según el presidente, el 61 por ciento de la cuenca del Tajo se encuentra en buen estado, mientras que un 45% se halla en buen estado ecológico y un 16% en muy buen estado ecológico. Para revertir estos porcentajes, se han previsto más de 600 medidas con una inversión estimada de 3.500 millones de euros a ejecutar durante los próximos cuatro años.
Antonio Yáñez ha denunciado el «proceso sistemático y progresivo de degradación» que sufre el organismo de cuenca debido a la escasez de medios profesionales con los que cuenta. Esta situación pone en peligro el cumplimiento de los planes hidrológicos, lo que afecta a la conservación de las masas de agua.
