A medida que el invierno se instala, los jardines y espacios exteriores suelen perder su habitual vitalidad. Sin embargo, ciertas plantas logran no solo sobrevivir, sino también destacar por su colorido y resistencia, convirtiéndose en favoritas para quienes buscan mantener la belleza natural durante esta estación.
El acebo, con sus emblemáticas bayas rojas y follaje verde oscuro, es un clásico de la temporada navideña. Su capacidad para resistir heladas y su adaptabilidad lo posicionan como una opción ideal para añadir color al paisaje invernal.
La helleborina, conocida también como rosa de Navidad, sorprende con sus flores que emergen en tonos que van del blanco puro al púrpura intenso. Esta planta perenne es apreciada por su tenaz capacidad para florecer incluso en las bajas temperaturas, además de ser sencilla de cuidar.
Otra opción destacada es la planta de sangre de dragón. Sus hojas, que adquieren tonos rojizos con el frío, ofrecen un hermoso contraste en cualquier jardín. Su resistencia y versatilidad la convierten en una elección adecuada para climas fríos.
Finalmente, la wintergreen o gaultheria procumbens, con sus vibrantes bayas rojas y follaje resistente, no solo sobrevive a temperaturas extremas, sino que también prospera a la sombra. Su fácil mantenimiento y atractivo visual la hacen perfecta para jardines rocosos o como cobertura del suelo.
Estas plantas no solo realzan los espacios exteriores durante el invierno, sino que también son un testimonio de la persistente belleza de la naturaleza, incluso en las condiciones más adversas. Con estas opciones, los aficionados a la jardinería pueden asegurar que sus espacios continúen siendo vibrantes y llenos de vida.
