En un pequeño pueblo de La Mancha, una iniciativa sorprendente ha transformado la vida de sus residentes. Mateo Jiménez, un agricultor de 45 años, ha convertido el aparcamiento de su finca en un cine al aire libre para la comunidad. Lo que al principio parecía una ocurrencia disparatada, se ha convertido en un rotundo éxito.
El proyecto de Mateo surgió de su cansancio con las restricciones de la pandemia y al observar que su parcela vacía podría tener un uso más beneficioso que el de almacenar maquinaria agrícola oxidada. Inspirado en las antiguas películas estadounidenses y con la ayuda de tutoriales en Internet, Mateo creó una pantalla gigantes de lonas de silo y estructuras metálicas reutilizadas, adquirió un proyector de segunda mano y restauró un viejo equipo de sonido con piezas de recambio compradas en mercadillos locales.
La primera proyección, un clásico del cine español, fue un éxito inesperado. Vecinos de todas las edades acudieron con sillas plegables y mantas, ya que las noches en La Mancha suelen ser frescas. Desde entonces, cada sábado, el cine improvisado se ha convertido en el epicentro social del pueblo. La entrada es gratuita, aunque se aceptan contribuciones voluntarias para el mantenimiento del lugar.
Mateo no se ha detenido en esto. Los viernes son ahora noches de micrófono abierto, permitiendo a los talentos locales, desde poetas hasta músicos, mostrar sus habilidades. Además, ha añadido una pequeña cantina administrada por su hija menor, donde se venden bocadillos caseros y refrescos a precios accesibles.
La idea, inicialmente vista como extravagante, ha ganado reconocimiento incluso más allá del pueblo. Ambientalistas han elogiado la iniciativa por su enfoque sostenible, mientras que sociólogos destacan su capacidad de fortalecer el tejido social en tiempos difíciles.
La comunidad ha encontrado en este cine al aire libre no solo entretenimiento, sino también un espacio para compartir experiencias y reforzar lazos. Mateo, por su parte, se siente profundamente satisfecho al ver cómo su proyecto, surgido en medio de la incertidumbre, no solo se ha hecho realidad sino que ha florecido de formas que nunca imaginó.


