La localidad toledana de Guadamur es conocida no solo por su rica historia, que incluye el yacimiento arqueológico de Guarrazar y el castillo del siglo XV edificado por Pedro López de Ayala, sino también por ser el lugar de residencia de Javier Nebreda, un luthier que ha encontrado su vocación en este pequeño rincón de Castilla-La Mancha. A través de su marca, Luthería Toledo, Nebreda ha transformado su amor por la música y la reparación de instrumentos en su actividad principal, abogando por la creación de un título oficial que valide esta profesión en España.
Procedente de Madrid, Nebreda se mudó a Toledo en 2016 tras un ERE en la empresa de construcción donde laboraba. Su pasión por la música lo llevó a abrir una tienda de instrumentos, donde inició su viaje en el mundo de la luthería. «Comencé a adentrarme en la luthería aquí en Toledo, porque ya la practicaba en Madrid. Cuando cerré la tienda, decidí ponerme por mi cuenta en mi taller», cuenta. Desde entonces, ha incrementado su clientela gracias al boca a boca y su presencia en los locales de ensayo de ‘La Pasarela’, lo que le permitió contactar con muchos músicos de la ciudad.
La autoformación ha sido fundamental en su carrera. Inspirado por artículos de expertos como Jordi Pros y libros de luthería que adquirió en un almacén en Talavera de la Reina, Nebreda ha perfeccionado sus habilidades de manera autodidacta, destacando un libro con prólogo de Brian May como uno de sus principales recursos de aprendizaje.
A pesar del creciente interés en la luthería en España, Nebreda señala una carencia en la
