Las obras de rehabilitación de la sede de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, ubicada en la plaza de Zocodover en Toledo, están avanzando según lo programado y se encuentran en una fase de revisión y refuerzo, así lo ha informado Emilio García Navarro, arquitecto y director del proyecto. Esta declaración fue hecha después de una visita al sitio junto a la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, y un grupo de medios gráficos, con el fin de asegurar la transparencia sobre el progreso de las obras.
El edificio, diseñado por el arquitecto Aristides Fernández Vallespín y construido en 1940, se levantó en la posguerra utilizando los recursos de la época, incluyendo tanto materiales como mano de obra que, según García Navarro, era “algo deficitaria y poco cualificada”, debido a la rotación entre diversas instituciones. Esta historia ha dado lugar a “una serie de patologías muy comprensibles” en la construcción, que ahora son la prioridad del proyecto.
El arquitecto destacó que los problemas hallados durante la rehabilitación son “previsibles”, tales como fisuras y diversas patologías en el edificio. Su equipo está enfocándose en resolver estos inconvenientes iniciales, priorizando la seguridad y estabilidad. La fase actual se centra en la evaluación y refuerzo de estas patologías, mientras que un objetivo futuro es revelar la muralla que se encuentra bajo el edificio, un elemento del legado histórico que conecta con el Alcázar.
Uno de los aspectos más destacados de la rehabilitación es la creación de un espacio museístico que permitirá a los visitantes apreciar los restos arqueológicos. García Navarro subrayó que, aunque se realizarán ajustes a lo largo del proyecto, la distribución del edificio no sufrirá modificaciones. Durante el proceso de retirada de revestimientos, se han descubierto pinturas e inscripciones, aunque su datación aún no está confirmada.
La delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha señaló la relevancia de estas obras no solo por motivos de seguridad, sino también por su valor patrimonial. Tolón explicó que el proyecto pretende conservar el patrimonio, mejorar la seguridad y la accesibilidad del edificio, y aumentar su eficiencia energética con la instalación de un gran luminario que aproveche la luz natural.
Con una inversión cercana a los 10 millones de euros, la rehabilitación de la Delegación se espera concluir a finales de 2026, periodo durante el cual se proyecta la creación de un museo en la planta cero que exhiba la continuidad de la muralla romana y los vestigios islámicos hallados en la zona. La obra representa un desafío, pero con la ambición de redescubrir y dar a conocer la rica historia de Toledo.
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