Este domingo, Madrid se convirtió en el escenario de una de las manifestaciones más singulares y reivindicativas de los últimos tiempos: una protesta masiva de tractores que atravesó la capital, convocada por la Unión de Uniones. Más de 200 tractores y 3000 agricultores procedentes de toda España, incluidos productores de Castilla-La Mancha, se congregaron en esta demostración de fuerza y unidad, pidiendo equidad y respeto por el sector agrario español.
La manifestación, que tuvo como punto de concentración la Plaza de San Juan de la Cruz y el Paseo de la Castellana, destacó no solo por la notable asistencia sino también por el retraso en la llegada de la columna de tractores de Toledo, evidenciando la complejidad de organizar un evento de tal magnitud. A pesar de este contratiempo, el apoyo de los ciudadanos a su paso fue palpable, expresando su solidaridad y comprensión hacia las demandas de los agricultores.
Uno de los aspectos más llamativos de la jornada fue el despliegue policial, algo no común en otras manifestaciones. Más de 15 vehículos de antidisturbios de la UPI, unidades de la Guardia Civil y un perímetro de custodia alrededor de Nuevos Ministerios frente a la Plaza de San Juan de la Cruz, demostraron la importancia y la magnitud del evento.
Los agricultores, en conversación con Diario de la Mancha, subrayaron que su lucha no es contra los productos importados, sino por la igualdad de condiciones. «Lo que pedimos es que todo seamos iguales; los productos de fuera deben cumplir las mismas normas que el producido en España,» señalaron. Además, destacaron la necesidad de otorgar más libertad a la agricultura nacional para garantizar el abastecimiento de alimentos desde nuestro propio mercado.
La ruta seguida por las distintas columnas de tractores fue un recorrido meticulosamente planificado que atravesó varias localidades antes de llegar a Madrid. Desde Tarancón (Toledo) y Huete (Cuenca), hasta columnas que partieron desde Arévalo (Ávila) y Cuellar (Segovia), el compromiso y la determinación de los agricultores quedaron patentes en cada kilómetro recorrido.
El cierre de la manifestación, previsto inicialmente para las 14:00 horas, sufrió un retraso, extendiéndose las afecciones hasta aproximadamente las 16:00 horas, según indicaciones de la Delegación del Gobierno en Madrid. A pesar de los desafíos logísticos, el mensaje de los agricultores resonó fuerte y claro, no solo en las calles de Madrid sino en todo el país.
Esta protesta es un recordatorio del papel vital que desempeña la agricultura en España y de la necesidad de políticas que aseguren un trato justo y equitativo para quienes cultivan la tierra. Los agricultores demandan no solo reconocimiento, sino también acciones concretas que garanticen su sustento y el futuro de la agricultura española en un mercado cada vez más globalizado.
Galería de fotos de la manifestación
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