Una nueva ola en el diseño de cocinas está ganando adeptos: la eliminación de la campana extractora convencional. Este cambio, lejos de ser meramente estético, busca modernizar y optimizar los espacios.
Diseñadores y arquitectos subrayan las ventajas de optar por campanas integradas en la placa de cocción o sistemas de extracción ocultos. Estos enfoques no solo mejoran la estética con un diseño más limpio y minimalista, sino que también ofrecen una mayor permeabilidad visual, dando una sensación de amplitud muy valorada hoy en día.
El desapego de la voluminosa campana tradicional permite una distribución más flexible del mobiliario. Esto se traduce en islas de cocina ampliadas y diseños más funcionales, con áreas de trabajo y almacenamiento adicionales. Además, estas innovaciones suelen ser más eficientes en términos energéticos, apoyando la sostenibilidad del hogar.
Esta tendencia ha tenido buena acogida entre profesionales del interiorismo, quienes incorporan estas soluciones en sus proyectos. Sin embargo, hay quienes advierten que la elección del sistema de extracción debe ajustarse a las necesidades específicas de cada hogar. En espacios con un uso intensivo de grasa o humo, puede que estas tecnologías más modernas no sean suficientes, por lo que es clave encontrar un equilibrio entre diseño y eficacia.
En definitiva, modernizar la cocina prescindiendo de la campana extractora convencional es un avance hacia la modernización del hogar. Con la evolución continua de la industria del diseño, es probable que esta tendencia se afiance, transformando nuestra percepción y uso de uno de los espacios más vitales del hogar.
