Renueva tu estantería metálica y prolonga su vida útil con estos pasos. Para erradicar el óxido, se necesita un espacio ventilado y los materiales indicados: guantes de goma, mascarilla, papeles de lija de varios grosores, cepillo de acero, un paño limpio, vinagre blanco y pintura antióxido.
Antes de comenzar, asegúrate de proteger el área de trabajo y de que la estantería esté vacía y limpia. Empieza eliminando las zonas oxidadas con papel de lija, iniciando con un grano grueso. Frota con suavidad y emplea el cepillo de acero para las partes más complicadas. La idea es retirar el óxido visible y llegar hasta el metal desnudo.
Tras limpiar las superficies, utiliza un paño humedecido en vinagre blanco para eliminar residuos y neutralizar el óxido. Deja que la estantería se seque completamente antes de aplicar cualquier otro producto.
Procede a aplicar la pintura antióxido con un pincel o rodillo para asegurar una cobertura uniforme. Asegúrate de cubrir todas las áreas para prevenir futuros problemas. Sigue las instrucciones del fabricante para el secado y aplica una segunda capa si es necesario.
Una vez seca la pintura, reintegra la estantería y coloca los objetos deseados. Realiza revisiones periódicas para detectar y tratar señales de óxido de forma preventiva.
Siguiendo este proceso, podrás rejuvenecer tu estantería metálica, conservando su funcionalidad y estética frente a la corrosión.
