En el caluroso mes de agosto, la jardinería se vuelve una actividad crucial para quienes desean mantener sus jardines saludables y bellos. La correcta poda de plantas y árboles es esencial, ya que cada especie tiene sus propias necesidades y tiempos ideales para ser cortada. Realizar una poda inadecuada puede debilitar las plantas y afectar su crecimiento futuro.
El laurel, por ejemplo, se beneficia de la poda en agosto. Durante este mes, es la época ideal para darle forma y estimular un crecimiento más frondoso. La lavanda también se puede podar ligeramente después de la floración para fomentar una estructura compacta y saludable. Por su parte, las rosas pueden recibir una poda de verano para eliminar flores marchitas y promover una nueva fase de floración.
Los setos de ligustro presentan un vigoroso crecimiento y pueden recortarse en este mes para mantener su forma. Sin embargo, es esencial no podarlos en exceso, ya que podrían quedar expuestos a las inclemencias del sol, lo que afectaría su salud.
No obstante, el momento no es propicio para podar árboles frutales como manzanos y perales. En plena fructificación, una poda podría privarlos de los nutrientes necesarios para un desarrollo adecuado de los frutos. Asimismo, arces y robles deben evitarse en agosto, ya que la poda podría atraer insectos y enfermedades a los cortes frescos.
Las hortensias y camelias deben dejarse tranquilas en esta época. Estas plantas requieren una poda invernal; recortarlas en verano podría reducir la cantidad de flores en la siguiente primavera.
En resumen, es fundamental conocer las necesidades específicas de cada especie para mantener un jardín saludable y estético. Elegir correctamente qué plantas podar y cuáles no tocar en agosto permitirá disfrutar de un espacio verde bien cuidado y lleno de vida en los meses siguientes. La atención y los detalles en el cuidado de cada variedad aseguran un jardín visualmente agradable y ecológicamente equilibrado.
