En un contexto donde las plantas de interior suelen tener precios elevados, una especie está ganando popularidad por su longevidad en floración y su bajo coste, que se sitúa alrededor de los cinco euros. Se trata de la Hoya carnosa, conocida como «pobre de mí» o «flor de cera», que ha capturado la atención de aficionados a la jardinería y entusiastas de la decoración.
Esta planta destaca por su capacidad de florecer durante todo el año, ofreciendo flores que oscilan entre el blanco y el rosa y emanan una fragancia dulce. Además de su función ornamental, también purifica el aire, haciéndola popular tanto para interiores como para patios. Su facilidad de cuidado y resistencia a condiciones no ideales la convierten en una opción atractiva incluso para quienes no tienen experiencia en jardinería.
Viveros locales están observando un aumento en la demanda de esta planta, especialmente entre jóvenes y parejas que quieren agregar un toque de naturaleza sin gastar mucho. Como dice María, una clienta habitual, «es impresionante cómo algo tan bonito puede costar tan poco. Es una forma económica de tener flores en casa todo el año».
Además de ser económica, la «pobre de mí» es fácil de propagar, permitiendo a los propietarios compartirla con amigos y familiares. Esto fomenta un espíritu de comunidad entre los apasionados de las plantas. A medida que crece el interés por el cultivo doméstico, también lo hace la preocupación por la sostenibilidad y el medio ambiente, haciendo de esta planta una elección ideal.
En un mundo donde el estrés y la vida urbana pueden alejarnos de la naturaleza, incorporar plantas como la «pobre de mí» no solo proporciona alivio visual sino también emocional. Con su combinación de belleza, fragancia y precio accesible, esta planta se está convirtiendo en la favorita de muchos, demostrando que es posible acercar la naturaleza sin que el presupuesto sea una barrera.
