El aspirante a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha coincidido con PP y Vox en su deseo de «cambiar» la región, aunque ha indicado que este cambio debe ser para «poner fin a políticos que no aportan nada a la región, salvo insultos e infamias». En un acto público en Toledo, García-Page ha señalado que debe darse «una lección» a aquellos políticos que no ofrecen soluciones para la región. El candidato socialista ha reflexionado sobre el Partido Popular, pidiendo a sus líderes que elijan a dirigentes que sean similares a sus votantes. García-Page ha declarado que él no va a cambiar y se ha enfocado en llevar a cabo una campaña «positiva y mirando hacia adelante», mientras sus oponentes utilizan una campaña «negativa». En relación a las elecciones del próximo domingo, García-Page ha solicitado el voto para el PSOE de Castilla-La Mancha, un partido que, según él, ha ocupado «el espíritu regionalista, positivo e inclusivo en España». Durante el evento, García-Page ha respaldado las tres demandas que la candidata socialista de Bargas le ha solicitado, y ha afirmado que el domingo se decidirá «seguir avanzando o volver a los infiernos de 2012». El acto contó con la presencia de la concejal de Madrid Concha Chapa y de las concejales de Ciudadanos que se desmarcaron del proyecto de la vicealcaldesa Begoña Villacís.
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