En el día a día, los accidentes domésticos son inevitables y, con frecuencia, nos enfrentamos a manchas difíciles de tratar, como las de tinta de rotuladores y marcadores permanentes en sofás y tapicerías. Afortunadamente, hay métodos efectivos para solucionar este problema y restaurar la apariencia original de los muebles.
Es crucial actuar con rapidez, ya que cuanto más tiempo la tinta permanezca en la tela, más complicado será removerla. Para comenzar el proceso, se recomienda usar un paño blanco o una toalla de papel para absorber el exceso de tinta sin frotar, pues esto solo provocaría que la tinta se esparza y penetre más en las fibras.
Una solución eficaz es el alcohol isopropílico. Este se puede aplicar en una bola de algodón o un paño limpio, probándolo primero en una pequeña área de la tapicería para asegurarse de que el color no se vea alterado. Una vez confirmado, se puede aplicar sobre la mancha, efectuando toques suaves y continuos hasta que la tinta comiencen a desaparecer.
Otra opción es la laca para el cabello. Es importante seleccionar una sin aceites ni fragancias para evitar residuos adicionales. Similar al alcohol, se debe rociar un poco sobre la mancha y, con un paño limpio, dar pequeños toques para levantar la tinta.
El bicarbonato de sodio también es un útil aliado. Mezclado con agua, forma una pasta que se puede aplicar sobre la mancha; después de dejar actuar por unos minutos, se retira con un paño húmedo. Este método es especialmente recomendable para superficies más delicadas.
Una vez eliminada la mancha, es esencial limpiar el área con agua y un detergente suave para evitar residuos de los productos usados. Luego, se aconseja secar con un paño limpio para prevenir manchas de agua.
Es fundamental recordar que, si la mancha persiste, lo más sensato es acudir a un profesional en limpieza de tapicerías. La intervención temprana y el uso adecuado de los productos son vitales para preservar la calidad y apariencia de los muebles. Con estos consejos, los dueños de sofás y tapicerías podrán enfrentar lo inesperado con mayor confianza y eficacia.
