Con la llegada de la temporada cálida, los propietarios de viviendas se animan a disfrutar de sus jardines. Sin embargo, ciertos elementos en estos espacios verdes pueden atraer a las serpientes, presentando un riesgo potencial para la seguridad.
Uno de los factores más comunes que atraen a estos reptiles es el césped alto, ya que las serpientes buscan lugares donde puedan ocultarse y moverse sin ser detectadas. Mantener el césped bien cortado es esencial para minimizar el riesgo.
Los montones de leña también resultan ser un gran atractivo para las serpientes, ofreciendo refugio y protección. Para evitar este problema, es recomendable almacenar la leña en estanterías elevadas y alejadas de la casa.
Las pilas de hojas caídas y otros desechos de jardín son igualmente problemáticas, ya que pueden convertirse en nidos ideales para las serpientes. Retirar las hojas caídas con regularidad es fundamental.
La presencia de agua estancada supone otro riesgo. Las serpientes se sienten atraídas por el agua, necesaria para su hidratación. Evitar charcos y recipientes con agua estancada puede reducir significativamente su presencia en el jardín.
El compostaje también representa un riesgo. Los restos vegetales en descomposición no solo atraen serpientes, sino también a sus presas, como roedores e insectos. Es importante gestionar adecuadamente las zonas de compostaje.
Los arbustos densos y las plantas trepadoras permiten a las serpientes ocultarse con facilidad. Podar las plantas regularmente y mantener los arbustos lejos de las paredes de la casa puede ayudar a mantener a estos reptiles a raya.
Además, los comederos para pájaros pueden ser un problema. Aunque ver aves es agradable, los restos de semillas y alimentos caídos atraen roedores, que a su vez atraen a las serpientes. Colocar los comederos en lugares elevados y mantener la zona limpia es una buena práctica.
Finalmente, las grietas y agujeros en los muros o cercas del jardín pueden facilitar la entrada de serpientes en la propiedad. Revisar y sellar cualquier abertura es fundamental para prevenir su acceso.
Tomar estas medidas preventivas puede reducir significativamente la posibilidad de encontrarse con una serpiente en el jardín, garantizando un entorno más seguro tanto para los habitantes de la casa como para sus mascotas.
