La Administración de Castilla-La Mancha ha recibido la aprobación del Tribunal Supremo para retirar la custodia de un bebé aún no nacido a sus padres debido a su falta de habilidades para la crianza, su crisis de pareja, el consumo de sustancias, la inmadurez de la madre y la pasividad del padre. Además, múltiples informes se oponen a sacar al niño de la casa de acogida para devolverlo a sus progenitores. La pareja ya tenía tres hijos menores con medidas de protección sin previsiones de retorno. La Comisión Provincial de Tutela y Guarda de Menores de la Delegación Provincial de la Consejería de Bienestar Social de Toledo retiró la custodia del bebé no nacido en diciembre de 2019, afirmando que la pareja era negligente en los cuidados y seguimientos iniciales del embarazo y que no tenía habilidades para criar al niño. Aunque el Juzgado de Primera Instancia Número 2 de Toledo estuvo de acuerdo con los padres en su oposición a la decisión del gobierno, la Administración de Castilla-La Mancha presentó un recurso que fue desestimado por la Audiencia Provincial de Toledo, lo que llevó a la apelación al Tribunal Supremo. El Supremo ha concluido que lo mejor para el interés superior del niño es ser adoptado por la familia de acogida que lo cuida actualmente.
