El Gobierno de Castilla-La Mancha reconoce la relevancia del aceite de oliva como un producto indispensable que forma parte de la cultura, la dieta y la forma de vida de la región, teniendo un gran impacto social y económico. Con 83,000 olivicultores y 450,000 hectáreas cultivadas, el aceite de oliva es fundamental para la comunidad.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, destacó la importancia del sector del aceite de oliva durante su presencia en la cena de Gala del Olive Oil World Congress (OOWC) en Madrid. Allí, resaltó que Castilla-La Mancha es la segunda región en España en producción de aceite de oliva y la tercera a nivel mundial, demostrando un liderazgo sólido en la industria.
La región cuenta con aceites de oliva de alta calidad que se enmarcan en varias Denominaciones de Origen Protegidas y Marcas Colectivas. Además, se está trabajando para ampliar estas denominaciones en la provincia de Albacete. En la última campaña, se produjeron 108,600 toneladas de aceite, lo que representa un aumento significativo con respecto al año anterior.
Martínez Lizán también resaltó la importancia de las acciones de promoción y comercialización para internacionalizar el aceite de oliva de la región. Reconoció que el producto excepcional es la mejor carta de presentación de Castilla-La Mancha en la distribución alimentaria y en la restauración, y destacó la necesidad de dar un salto en el ámbito internacional para seguir creciendo.
La importancia del aceite de oliva como cultivo social y económico en Castilla-La Mancha es innegable, y su promoción y comercialización son clave para seguir fortaleciendo la industria.