En el universo del calzado deportivo, mantener las zapatillas en perfecto estado parece ser una misión difícil de lograr, especialmente cuando no se dispone de una lavadora o se busca alargar la vida del calzado al evitar su uso. No obstante, un nuevo enfoque está cambiando la percepción de muchos en cuanto al cuidado de sus preciadas zapatillas.
Marta López, una reconocida experta en limpieza y estilo de vida, ha compartido su fórmula secreta para limpiar zapatillas, un método que está ganando adeptos gracias a su simplicidad y efectividad. Este truco, que excluye el uso del popular borrador mágico, se basa en ingredientes al alcance de cualquiera: bicarbonato de sodio, vinagre blanco y agua tibia.
El procedimiento comienza retirando los cordones del calzado, sumergiéndolos en una mezcla de vinagre blanco y agua tibia para remover manchas y residuos. Mientras tanto, se prepara una pasta espesa combinando partes iguales de bicarbonato y vinagre blanco. Este preparado se aplica con un cepillo de dientes viejo sobre las zapatillas, enfocándose en las zonas más afectadas por la suciedad, sin olvidar las suelas.
La clave es permitir que la mezcla actúe durante 15 minutos, tiempo suficiente para que ocurra una limpieza profunda. Finalmente, con la ayuda de un paño húmedo, se elimina cualquier resto del bicarbonato y vinagre, dejando las zapatillas revitalizadas. Además de su función limpiadora, esta técnica proporciona neutralización de olores indeseados generados por el uso continuado.
Según López, esta metodología representa una solución amable con el medio ambiente y el bolsillo, al prescindir de agentes químicos fuertes que podrían comprometer materiales delicados. La ausencia de una lavadora en el proceso previene deformaciones potenciales causadas por ciclos de lavado agresivos, contribuyendo así a la conservación del calzado.
Con su rápida adopción entre los entusiastas de las zapatillas, esta opción casera se posiciona como una alternativa valiosa para quienes buscan mantener sus zapatillas impecables, evitando esfuerzos extremos y costes adicionales. La técnica promete mantener la frescura del calzado deportivo, asegurando que cada par pueda ser utilizado tanto para actividades físicas como para el día a día, sin miedo a impresionar de una manera indebida.
