En el vibrante entorno de las ciudades universitarias, los jóvenes comienzan a dar prioridad a los espacios acogedores y confortables que les rodean. Un grupo de arquitectos y diseñadores está impulsando una innovadora iniciativa destinada a convertir los pisos de estudiantes en auténticos refugios bajo el concepto ‘hygge’ danés, con un enfoque en la comodidad y tranquilidad del hogar.
Con el aumento de las exigencias académicas y el estrés inherente a la vida estudiantil, los jóvenes buscan formas de desconectar y encontrar equilibrio. La filosofía ‘hygge’, que promueve un estado de confort y relajación, se centra en la creación de ambientes que fomenten la calma y los momentos agradables con amigos y familiares.
Las transformaciones abarcan desde pequeños estudios hasta apartamentos compartidos, utilizando un enfoque sostenible que incluye materiales naturales y decoraciones que aportan calidez. Se emplean elementos como mantas de lana, luces suaves y muebles multifuncionales. Además, se fomenta la personalización, permitiendo a los estudiantes seleccionar elementos decorativos que reflejen su personalidad.
Este proyecto va más allá de la estética, promoviendo una cultura de convivencia y bienestar. Según Ana González, arquitecta del proyecto, el objetivo es que los estudiantes se sientan en casa aunque estén lejos de sus familias, creando rincones de paz que ayuden a gestionar la carga emocional de los estudios.
La respuesta de los estudiantes ha sido muy positiva, destacando mejoras en el estado de ánimo y rendimiento académico. Martín, estudiante de arquitectura, comenta que ahora prefiere quedarse en casa, ya que su piso reformado le proporciona un espacio donde se siente bien.
Con el respaldo de instituciones académicas y el creciente interés estudiantil, se espera que esta iniciativa se extienda a más ciudades y universidades. La creación de espacios ‘hygge’ no solo cubre una necesidad interna de bienestar en un entorno académico cada vez más competitivo, sino que también subraya la importancia de cuidar la salud mental.
Así, los pisos de estudiantes se transforman en verdaderos hogares donde el confort y la tranquilidad son primordiales, estableciendo una nueva forma de vida para las generaciones actuales.
