El papel pintado ha retomado un papel protagónico en el mundo del diseño de interiores, brindando una opción vibrante y creativa para personalizar los espacios. A pesar de su creciente popularidad, muchos aún dudan en elegir estampados audaces por miedo a cansarse rápidamente de ellos. Sin embargo, una estrategia innovadora está cambiando esta percepción al incorporar elementos decorativos que se adaptan al papel pintado.
La técnica consiste en complementar los diseños atrevidos con accesorios versátiles que armonicen con los colores y patrones del papel. La clave radica en seleccionar muebles, cortinas y objetos decorativos fáciles de cambiar, lo que permite renovar el ambiente sin necesidad de modificar el papel. Por ejemplo, un sofá de tono neutro puede complementar un papel pintado llamativo, mientras que se pueden cambiar los cojines y mantas con el cambio de estación, aportando un aire nuevo al espacio.
Expertos en decoración resaltan que esta estrategia no solo mantiene la estética del hogar, sino que también proporciona una manera práctica de experimentar con tendencias sin el temor de que los diseños arriesgados se vuelvan monótonos. También sugieren el uso de marcos o paneles decorativos en tonos complementarios para destacar partes del papel pintado, creando un enfoque visual equilibrado.
Con el aumento del interés en el papel pintado, este nuevo enfoque permite a los amantes del diseño transformar sus hogares sin caer en la monotonía. Así, incluso los papeles pintados más atrevidos pueden ser una opción duradera y emocionante para quienes buscan que su hogar refleje su personalidad y estilo.

