Castilla-La Mancha ha puesto en marcha un Protocolo y una Guía de Actuación para abordar la Violencia Sexual en el ámbito sanitario. Su propósito es ofrecer directrices claras a los profesionales sanitarios y sociosanitarios para la atención a las víctimas de agresiones sexuales, asegurando que la atención sea equitativa, coordinada y respetuosa, siguiendo los estándares de calidad integral.
Este significativo documento ha sido desarrollado bajo la coordinación de la Dirección General de Cuidados y Calidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, que dirige Monserrat Hernández Luengo. Ella destacó la colaboración de un equipo de expertos de Sescam, la Consejería de Sanidad, y los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Albacete, Ciudad Real y Toledo, junto con el apoyo del Instituto de la Mujer, que realizó una revisión valiosa del protocolo.
La Junta de Comunidades considera que este Protocolo y Guía constituyen un avance fundamental en la atención sanitaria a víctimas de violencia sexual, reafirmando el compromiso institucional en la lucha contra la violencia de género y la defensa de los derechos humanos. Hernández Luengo también resaltó la relevancia de esta herramienta para optimizar la respuesta del sistema sanitario ante situaciones de violencia sexual, asegurando una intervención adecuada y sensible, en colaboración con otros sectores.
Para garantizar una implementación efectiva, se llevará a cabo formación especializada dirigida al personal sanitario, asegurando que todos los profesionales conozcan el protocolo y sean capaces de responder de manera efectiva ante casos de violencia sexual. Ya está disponible en la intranet del Sescam y en la página web de la Consejería de Sanidad.
El Protocolo establece como principio fundamental la atención integral, confidencial, segura y respetuosa hacia las víctimas, especialmente mujeres, niñas, niños y adolescentes. Su objetivo es fijar criterios de actuación homogéneos desde Atención Primaria, Puntos de Atención Continuada y Servicios de Urgencias Hospitalarios.
La violencia sexual es una grave violación de los derechos humanos, que puede tener serias repercusiones en la salud y el bienestar de las mujeres afectadas. El Sescam reafirma su compromiso en la protección y dignidad de quienes enfrentan este problema de salud pública. El papel del personal sanitario es crucial en la prevención, detección y tratamiento de estos casos, demandando un enfoque integral y coordinado con otras instituciones.
Este Protocolo también busca sensibilizar a los profesionales sanitarios sobre la gravedad e impacto de las agresiones sexuales en la salud, proporcionando pautas claras que van desde la acogida de la víctima hasta la documentación de la atención en la Historia Clínica Electrónica. Adicionalmente, se busca mejorar la coordinación y derivación entre diferentes ámbitos de atención sanitaria y recursos comunitarios, considerando situaciones de vulnerabilidad como discapacidad, precariedad migratoria, desconocimiento del idioma y otros factores de riesgo.
En el ámbito de Urgencias, el Protocolo propone estrategias para que el personal actúe de manera integral y coordinada en casos de agresiones sexuales recientes, destacando la importancia de una respuesta eficaz y humana ante esta problemática social.
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