Fernández Sanz comentó que “en la actualidad, la población está mejor informada y demanda servicios más accesibles, atención personalizada y altos estándares de calidad. Además, la ciudadanía espera ser escuchada, recibir un trato humano y respetuoso, y tener voz en las decisiones que influyen en su salud.”

En este contexto, los Servicios de Información y Atención a Personas (SIAP) juegan un papel fundamental como un canal de comunicación claro, accesible y eficiente entre los ciudadanos y el sistema sanitario. Estos servicios son clave para mejorar la calidad asistencial y la atención al paciente, integrando acciones relacionadas con la atención sanitaria, la innovación y la mejora continua.

El consejero subrayó que “la labor de estos servicios involucra a toda la organización y a todos sus profesionales. Sin embargo, buscamos avanzar hacia un modelo más visible y cercano a la ciudadanía que funcione como un puente entre el sistema de salud y la sociedad.”

Este cambio implica un giro del enfoque tradicional centrado en la enfermedad hacia un modelo integral que se centre en la persona, su experiencia en salud y su participación activa, agregó Fernández Sanz.

Actualmente, los SIAP promueven la humanización del sistema de salud, actuando como un enlace vital entre la ciudadanía y los servicios de salud.

Además, los SIAP fomentan la participación ciudadana, incentivando el involucramiento de los usuarios en la mejora continua del sistema, en consonancia con la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes y el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria en el SESCAM.

Con este enfoque, se fortalece la confianza en el sistema, se mejora la experiencia del paciente y se promueve una atención más equitativa, sensible y ajustada a las necesidades de las personas.

Asimismo, los SIAP están trabajando de manera proactiva en el área de la violencia de género, que se ha convertido en un ámbito prioritario de actuación.

Dentro de este compromiso, se han diseñado e implementado protocolos para abordar la mutilación genital femenina (MGF) y otro para tratar la violencia de género y la violencia sexual, con el fin de ofrecer una respuesta coordinada, especializada y sensible. Esto asegura la protección y atención integral, así como el respeto a los derechos de quienes han sido afectados por estas formas de violencia.

“Este enfoque permite a Castilla-La Mancha reforzar la confianza en el sistema, mejorar la experiencia del paciente y ofrecer una atención más equitativa y adaptada a las verdaderas necesidades de las personas,” concluyó el consejero de Sanidad.