El Gobierno de Castilla-La Mancha está llevando a cabo dos importantes programas para promover la inclusión social y laboral de personas en riesgo de exclusión. Estas iniciativas, que incluyen la línea 1 de la convocatoria del IRPF de Inclusión, Voluntariado y Participación, así como la Orden de Inclusión regional, representan una inversión superior a once millones de euros anuales y se prevé que beneficien a cerca de 20,000 personas a través de proyectos impulsados por entidades del Tercer Sector.
Bárbara García Torijano, consejera de Bienestar Social, destacó este esfuerzo en la jornada ‘Inclusión laboral como clave para la transformación’, celebrada en Toledo y organizada por El Español-El Digital Castilla-La Mancha y la Fundación ‘la Caixa’. Durante su intervención, la consejera subrayó la variedad de programas y acciones implementadas por el Gobierno regional para facilitar la inclusión laboral de quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, acciones que son realizadas no solo por la Consejería de Bienestar Social, sino también a través de medidas específicas de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo.
García Torijano destacó que la colaboración con el Tercer Sector y programas como Incorpora de la Fundación ‘la Caixa’ ha permitido que cientos de personas en situación de vulnerabilidad encuentren empleo en la región en 2025. También mencionó que Castilla-La Mancha se posiciona como líder en la creación de empleo en los servicios sociales y el sistema de atención a la dependencia, evidenciando un crecimiento sostenido vinculado a la red regional de servicios.
La consejera afirmó que los servicios sociales son más que un sistema de cuidados; son un motor de empleo, cohesión y desarrollo económico, especialmente en las áreas rurales. Mencionó que en muchas localidades pequeñas, instituciones como residencias o centros de día son la principal fuente de empleo, contribuyendo al sustento de familias, comercios y servicios locales. Estos puestos de trabajo son considerados estables y no deslocalizables, lo que también ayuda a combatir la despoblación.
El Gobierno de Castilla-La Mancha subrayó que cada plaza en el sistema de cuidados no solo brinda un servicio fundamental, sino que también representa oportunidades económicas y contribuye a mantener la población. «Nuestra misión es cuidar de las personas, especialmente de las más vulnerables, generando al mismo tiempo riqueza y empleo estable», afirmó García Torijano.
La participación de la consejera en la jornada reafirma el compromiso del Gobierno autonómico con la inclusión sociolaboral, las alianzas público-privadas y la promoción de empresas de inserción que permiten a personas en situación de exclusión acceder a formación, apoyo y empleo real. García Torijano concluyó con un mensaje contundente: «Los servicios sociales en Castilla-La Mancha no solo cuidan, sino que también generan empleo estable, riqueza y cohesión social. Apostar por ellos es apostar por una región más justa, inclusiva y con futuro. Porque incluir es progresar».
En el evento también estuvo presente Nuria Chust, viceconsejera de Empleo, Diálogo Social y Seguridad y Salud Laboral, quien presentó las políticas activas de empleo y la colaboración interdepartamental para avanzar en la inclusión laboral en la comunidad.
La entrada original sobre Castilla-La Mancha destina más de once millones de euros a programas de inclusión social y laboral se publicó por primera vez en Diario de Castilla-La Mancha.
