Las casas prefabricadas están redefiniendo el mundo de la arquitectura con un enfoque que no solo prioriza la eficiencia y la sostenibilidad, sino también la igualdad de género en la industria de la construcción. Este innovador modelo abre las puertas a la participación activa de mujeres en sectores que tradicionalmente han sido dominados por hombres, alentándolas a involucrarse en el diseño, planificación y ejecución de proyectos.
Una de las firmas que lidera esta transformación es Freehand, un estudio boutique de arquitectura e interiorismo que ha adoptado el concepto de “proyectos con alma”. Como Passive House Designers certificados, destacan las distintas ventajas de las viviendas prefabricadas, desde la reducción de costos hasta un menor tiempo de construcción. Este modelo permite completar proyectos en plazos más cortos gracias a la estandarización de procesos en fábricas, garantizando el cumplimiento de fechas y presupuestos sin sacrificar calidad.
El compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética es otro pilar fundamental de este enfoque. Las casas prefabricadas se crean en entornos controlados, minimizando la generación de residuos y utilizando materiales responsables como madera certificada y acero reciclado. Además, a menudo incorporan tecnologías de diseño pasivo para optimizar el consumo energético.
La flexibilidad es una característica destacada de estas viviendas, lo que permite a los arquitectos personalizar y adaptar espacios a los gustos y necesidades de los propietarios. Esta modularidad también facilita las futuras expansiones o adaptaciones, ya sea debido a cambios climáticos o nuevas necesidades de los habitantes.
En términos de seguridad, trasladar parte del proceso constructivo a fábricas ayuda a reducir los riesgos laborales y promueve la colaboración interdisciplinaria entre diferentes especialistas. La innovación es otro elemento clave, integrando herramientas avanzadas como el modelado 3D y la impresión en gran formato para asegurar precisión y altos estándares de calidad. La fabricación en entornos cerrados disminuye errores y asegura un producto final superior.
Por otro lado, las casas prefabricadas tienen un impacto ambiental significativamente menor comparado con los métodos tradicionales. El ensamblaje rápido y limpio disminuye emisiones y ruidos en el sitio de construcción, contribuyendo a un cambio cultural hacia prácticas más inclusivas y ecológicas.
Freehand Arquitectura, dirigida por la destacada arquitecta Lourdes Treviño Quiroz, ha cimentado su posición en el sector mediante su enfoque de diseño personalizado y su habilidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente. Con un equipo de profesionales experimentados, ofrecen servicios completos en arquitectura, interiorismo, paisajismo y decoración, con un enfoque en la satisfacción total del cliente.
