En una celebración marcada por la esperanza y la reflexión, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, compartió un mensaje de optimismo y llamó a la civilidad política durante el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, celebrado en Toledo este viernes. Con el objetivo de resaltar tanto el pasado reconocido de la región como las perspectivas revitalizantes de un futuro prometedor, Bellido instó a los representantes políticos de la comunidad autónoma a no caer en el destructivo clima de falta de respeto que a menudo caracteriza la política a nivel nacional, proclamando: «Juntos podemos mejorar Castilla-La Mancha y España».
El acto conmemorativo, en su cuadragésima edición de este importante día para la región, sirvió como plataforma para que Bellido reafirmara la necesidad de que la política se acerque a los ciudadanos que representa. Destacó que la sociedad, en su esencia respetuosa, debería reflejarse en sus líderes, quienes deben priorizar las propuestas colaborativas y los consensos por encima de los insultos y la confrontación.
Mirando hacia atrás, Bellido estimó que Castilla-La Mancha ha logrado alcanzar sus metas desde su creación, consolidándose como un elemento unificador dentro de la nación, y recordó que este logro se debe principalmente al esfuerzo de la ciudadanía, que ha colaborado con los servicios públicos para acercarlos a la gente.
Bellido también condenó de forma categórica todas las formas de violencia, especialmente aquellas dirigidas contra mujeres y niños, enfatizando que tales actos son inexcusables en la sociedad y deben ser rechazados de manera unánime. En un llamado más amplio desde la histórica Toledo, abogó por la tolerancia y la paz mundial, así como por un firme rechazo a la violencia contra la población civil y, en particular, contra los niños.
La efusividad continuó con el elogio hacia la gente de Castilla-La Mancha, a quien describió como seres maravillosos y dignos de reconocimiento, refiriéndose a los homenajeados durante el acto cuyos méritos enaltecen la labor humana en la región. Estos individuos y grupos son percibidos como un ejemplo y un estímulo de la nobleza de sus conciudadanos, siendo considerados como los «mejores embajadores» de la comunidad autónoma.
Bellido recordó el lema de este año de las Cortes regionales, «Castilla-La Mancha, mucho más que un lugar», para enfatizar que su comunidad posee un legado que va más allá de sus paisajes y patrimonio cultural. También hizo referencia a la obra de Cervantes, situando a la célebre ‘Mancha’ en un lugar de importancia perdurable y memorable.
El presidente concluyó su intervención reflexionando sobre la última vez que Toledo acogió la ceremonia en 2020, en medio de la sombría pandemia, la cual sirvió para honrar a las víctimas y reconocer la incansable labor de los trabajadores de los servicios esenciales. Celebrando que este día festivo se lleve a cabo en circunstancias mucho más auspiciosas, elogió a Toledo, la «ciudad Patrimonio de la Humanidad» y posiblemente, «la más bella de este mundo».
