En la ciudad de Madrid, la rehabilitación de edificios se ha convertido en una tarea esencial. La antigua infraestructura del parque inmobiliario, sumada a la creciente demanda por mejorar la eficiencia energética y la accesibilidad, obliga a las comunidades de propietarios a someter sus inmuebles a reformas significativas. Las rehabilitaciones de fachadas y tejados son particularmente importantes, pues no solo evitan problemas de filtraciones, sino que también optimizan el aislamiento térmico.
César Martín, quien se desempeña como director técnico de Arquality Estudio de Arquitectura y Reformas Integrales, enfatiza la importancia de que las comunidades de propietarios cuenten con un plan claro antes de emprender las reformas. Este paso es crucial para lidiar con los complicados procesos de financiación y ejecución. Aunque las subvenciones públicas pueden facilitar el camino hacia la rehabilitación, los prolongados tiempos administrativos a menudo se presentan como un desafío. Frente a esta situación, muchas comunidades están buscando alternativas de financiación privada, como préstamos colectivos o pactos con empresas constructoras, para agilizar el proceso de las obras.
La mejora de la eficiencia energética es una prioridad en estos proyectos de rehabilitación. Se estima que las mejoras en el aislamiento térmico pueden reducir el consumo energético hasta en un 54%. Además, las reformas destinadas a mejorar la accesibilidad, como la instalación de ascensores y rampas, son indispensables para que las viviendas sean accesibles para todos los residentes, eliminando barreras arquitectónicas.
Antes de comenzar cualquier proceso de rehabilitación, Martín recomienda realizar inspecciones técnicas, tales como la Inspección Técnica de Edificios (ITE) o el Informe de Evaluación de Edificios (IEE). Estas inspecciones son vitales para comprender el estado real del edificio y planificar las intervenciones necesarias, evitándose sorpresas desagradables y asegurándose de que las reformas sigan las normativas vigentes.
La conjunción de subvenciones públicas y financiación privada permite a las comunidades llevar a cabo reformas integrales que no solo ofrecen una mayor vida útil a los edificios, sino que también mejoran la calidad de vida de sus habitantes y aumentan el valor de las viviendas en el mercado inmobiliario. Las políticas urbanísticas europeas que fomentan la eficiencia energética y la accesibilidad presentan una oportunidad única para que las comunidades de propietarios madrileñas se centren en elaborar planes de rehabilitación bien diseñados y busquen la colaboración con expertos en el ámbito.
Finalmente, la rehabilitación de edificios en Madrid se perfila no solo como un reto, sino también como una valiosa oportunidad para elevar la habitabilidad y sostenibilidad de las construcciones, asegurando así su valor y eficiencia a largo plazo.
