En el corazón de Mallorca, una casa adosada ha capturado la atención por su singular combinación de arquitectura tradicional mediterránea y un interior de estilo nórdico. Construida en 1935, su fachada clásica se mantiene fiel a la estética de la región, pero es en su interior donde la transformación sorprende con una perfecta fusión entre lo antiguo y lo contemporáneo.
Situada en una tranquila calle de un barrio emblemático, esta vivienda conserva elementos originales que reflejan su rica historia, como azulejos decorativos y molduras en techos. Estos detalles contrastan con la decoración minimalista y luminosa, al estilo escandinavo. Amplios ventanales inundan cada espacio de luz natural, resaltando los tonos claros de los muebles y la calidez de la madera.
Los propietarios, una joven pareja apasionada por el diseño, eligieron este lugar por su carácter único. Al respecto, mencionan que su objetivo fue mantener la esencia original mientras creaban un ambiente acogedor y funcional. Optaron por una paleta cromática neutra, con toques de verde y azul que evocan la naturaleza circundante.
La cocina, renovada completamente, combina electrodomésticos de última tecnología con muebles de diseño escandinavo y elementos vintage, logrando un balance entre funcionalidad y estilo. En el salón, un espacio que invita al encuentro, los sofás cómodos y la mesa de diseño se convierten en el centro de atención. La terraza y el jardín ofrecen un refugio al aire libre, ideal para descansar y compartir.
Este proyecto ha sido reconocido por su estética y por el respeto con el que fusiona estilos tan diferentes. La convivencia entre lo clásico y lo moderno demuestra cómo es posible apreciar el pasado mientras se disfruta de las comodidades actuales.
Con la llegada del buen tiempo, la casa se transforma en un lugar de encuentro para amigos y familiares, siendo testigo de tardes soleadas y cenas al aire libre. La historia de esta casa en Mallorca es un ejemplo de cómo el buen gusto y la creatividad pueden revivir espacios históricos y convertirlos en hogares llenos de vida.
