Las persianas venecianas siguen siendo una elección predilecta en los hogares para controlar tanto la luz como la privacidad. No obstante, su mantenimiento es clave, especialmente cuando se trata de los modelos de madera y aluminio. A continuación, se comparten consejos prácticos para conservarlas en excelente estado.
Para los modelos de madera, es imperativo emplear métodos que cuiden el material. Se recomienda comenzar con un plumero o un paño de microfibra para eliminar el polvo, evitando la acumulación de suciedad. Es crucial trabajar de arriba hacia abajo y de lado a lado, alcanzando cada rendija. En caso de manchas difíciles, se puede usar una solución suave de agua y jabón neutro, aplicándola con un paño apenas húmedo. Es vital secar bien cada lámina para proteger la madera.
Por otro lado, las persianas de aluminio permiten una limpieza más directa. Al igual que las de madera, se debe empezar por remover el polvo. La ventaja del aluminio es su resistencia a soluciones de limpieza más fuertes. Una mezcla de agua tibia con vinagre o detergente suave es ideal para limpiar las lamas. Un cepillo de cerdas suaves será útil para las esquinas. Al finalizar, es recomendable enjuagar con un paño húmedo para eliminar cualquier residuo.
Es fundamental evitar productos abrasivos o químicos fuertes, ya que podrían dañar tanto la pintura de las persianas de aluminio como el acabado de las de madera. Mantener una rutina de limpieza, por lo menos cada dos semanas, ayudará a prolongar la vida útil de estas estructuras y a conservar su apariencia impecable.
Además, es aconsejable revisar con regularidad los mecanismos de las persianas. La acumulación de polvo y suciedad puede perjudicar su funcionamiento. Un mantenimiento adecuado no solo embellece el hogar, sino que también garantiza que las persianas operen de manera eficiente y cumplan su función de forma satisfactoria.
